No busque defectos en los demàs



Desdichados aquellos que están ansiosos de encontrar defectos en los demás, pero no tienen tiempo para ver sus propias faltas! Usted no tiene necesidad de encontrar defectos en los demás, sino sólo sus buenas cualidades. ¿Por qué ha de empeñarse en encontrar defectos? Hay espacio suficiente para encontrar virtudes en los demás. ¿Por qué no se dedica a esa práctica favorable en vez de fomentar la tendencia a ver defectos en todas partes? Es probable que haya quienes comentan más faltas que usted, pero ¿por qué se empeña en aquello que es inferior, en vez de fijar su atención en aquello que es superior? De un lado hay hermosa flores y del otro, basura. ¿Por qué ir en busca de la basura cuando hay allí tantas flores hermosas?

Por otra parte, no olvide que si usted critica movido por el interés personal, esa falta que usted critica regresará y entrará en usted. En cualquier momento podrá encontrarse en la deplorable condición que ahora critica. No esté ávido de encontrar defectos en los demás. Preocúpese de sus propios negocios y no de los negocios ajenos. En otras palabras, preocúpese de su propio progreso y no del progreso de los demás. Cúrese a sí mismo antes de intentar curar a otros. Si puede hurgar dentro de sí, sin mirar los defectos ajenos, y descubrir que la culpa es suya y no de los demás, esa será la llave del éxito en la práctica espiritual. De ese modo, usted prosperará; pero si busca defectos en los demás, saldrá perdiendo.

Recuerde que el medio ambiente es producto de su propio karma, de las reacciones de sus actividades pasadas. Por lo tanto, no puede emitir queja alguna porque usted es el responsable de su entorno. Si puede aceptar esa verdad en la vida práctica, en poco tiempo prosperará, porque la Gracia Divina se sentirá intensamente atraída hacia usted. Si logra emprender ese proceso milagroso de ver los defectos propios, de culparse a sí mismo y no al ambiente externo, muy pronto atraerá la dulce atención del Dulce Absoluto, Su Divina Gracia.